lunes, 31 de diciembre de 2012

SAN SILVESTRE...

... de Alcobendas.

Hoy pese al tiempo tan espantoso que hacía en Madrid, hemos corrido la San Silvestre de Alcobendas, a las 12:00, una hora que a los padres nos viene mejor. Hemos corrido mi doña, una amigo y el que escribe. Todo ha ido bien al final, pero ha costado un poquito.

Esta noche, entre mis hijos y yo mismo, he dormido poco. Creo que aparte de las pesadillas de los pequeñajos, estaba intranquilo, con ganas de empezar a correr, de ver si podía correr en 50 minutos. Además me he acabado el libro de Murakami, con lo cual me iba retroalimentando el imsomnio, algo un poco absurdo.

Una vez que hemos llegado a Alcobendas, a la salida, ya se respiraba el ambiente de siempre. Mucha gente disfrazada, de fiesta. Evidentemente no es como la vallecana, pero en modo recogido es lo mismo. Y nosotros somos recogidos, así que nos encaja. Hemos calentado un poco, quizá demasiado poco y eso que hacía un frío pelón. La niebla hacía pensar que Alcobendas parecía Londres. Muy cool.

Y salimos. Ya de arranque a mi doña la dejamos a su aire. Yo me atasco con la música y el runkeeper. Javi en su primera San Silvestre, anda un poco desconcertado. Una vez me aclaro empiezo a coger ritmo. El principio, como siempre está marcado por la recolocación de los corredores. Siempre me pasa lo mismo. Acabo pasando a mucha gente y haciendo esfuerzos innecesarios. Siempre pienso que la próxima vez me pondré más alante, pero nunca lo hago. La modestia me puede.

Hasta el km 5 albergo la esperanza de llegar en 50 minutos. Voy a unos 5:08 el min/km pero una vez que paso el ecuador me doy cuenta que no lo voy a conseguir. Pienso que he gastado demasiada energía al principio, que he ido demasiado rápido. Que me va a fallar la rodilla. Que seguro que ahora se empina el recorrido y que no voy a poder mantener el ritmo.

Y no me equivoco. El recorrido empieza a subir de manera constante y prolongada. Al final no pude hacer el recorrido unos días antes y eso se paga. Vas a ciegas. Y tiendes a guardar energía. Si quieres ir al límite, es imposible. Y desde el km 6 al 8 me doy cuenta. Hasta el punto que el último km y pico es todo bajada y no me doy cuenta. Empiezo a acelerar pero sin forzar.

En cuanto veo la meta, me pongo a esprintar con todo lo que me queda. Me doy cuenta que me quedaba mucho. Pero acabo feliz, como siempre. El tiempo 51:52. Mi mejor marca corriendo en mi vida, en carrera y en entrenos (bueno un día corrí más rápido pero la mitad de distancia). Acabo muy contento y con ganas de la siguiente.

No digo más. Feliz 2013!!!!





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