sábado, 25 de enero de 2014

QUIETO


Así llevo más de una semana, QUIETO.
Sinceramente, estoy que me subo por las paredes. Mi cuerpo necesita endorfinas y movimiento, pero tomé una decisión hace tiempo y debo ser consecuente. Eso significa hacer caso al médico y estarme QUIETO, algo tan fácil y al mismo tiempo tan complicado.
Todo ello se debe a mi operación de miopía, que ha salido fantásticamente bien y que sólo puedo decir que es magia potagia. Desde el primer día ya puedes ver y mi postoperatorio ha sido fabuloso. Por eso, cuando el médico me dijo que tengo que estar parado hasta que me vea el martes, tengo que hacerlo pese a que me cuesta, y mucho.
Por otro lado, a principios de semana he tenido muchísimo curro y me hubiese costado mucho entrenar bien, pero seguro que algo hubiera hecho.
Tampoco me viene mal tener un parón de descanso después de la Sansilvestrada. No he notado un gran cansancio de forma directa pero si algo aprendido es que todo se acumula, tanto lo bueno como lo malo, así que esto debería ayudar un poco.
También estoy aprovechando para darle un poco más de caña al 1Q84 de Murakami con el que me había estancado. Por cierto, incluso en edición de bolsillo han juntado el volumen 1 y 2 haciendo que leer el libro físicamente sea muy incómodo, lo cual no acabo de entender porque ante el miedo del libro digital por parte de los editores, esto es un absoluto sinsentido y me dan ganar de buscarlo para ipad o comprarme un ebook.
Y por último, me acabo de enganchar a Breaking Bad, fantástica serie. En definitiva, no me puedo quejar ni mucho menos porque estoy llenando mi tiempo deportivo con cosas interesantes y sobre todo porque tengo unos ojos nuevos estupendos, pero no me gusta estar QUIETO y menos obligado, y sin estar lesionado, casi peor. Intentaré disfrutar todo lo que pueda, prometido.

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