domingo, 25 de agosto de 2013

Duatlon y pensando en la rodilla


El sábado hice el I Duatlón de los Santos de Maimona, pueblo de mi suegro.
La verdad es que no era un duatlón competitivo sino participativo. Eso que quiere decir, pues que tratábamos de ir todos juntos sin competir. La verdad es que estuvo muy salao el tema porque vino algún niño y se respiraba un buen ambiente. He de decir que iba con unos primos de mi mujer que me trataron fenomenal, me lo hicieron muy ameno y me presentaron a más lugareños muy majos con los que estuve compartiendo experiencias deportivas. Y sinceramente eso es muy bonito, la verdad.
Luego había paella y piscina gratis, pero a eso ya no me pude quedar ya que mi agenda se regía por la colectividad familiar. Mi capacidad de decisión grupal por estos lares se ve mermada a la mínima expresión y como ya está asumido tampoco me provoca malestar alguno, eso si igual podía haber disfrutado de la fiesta completa, pero no me quejo, de verdad.
La cosa empezó con una carrera de 3km a ritmo tranquilo. Fue cuando peor lo pasé porque la rodilla me pegaba latigazos cada poco, lo cual a parte de molestar mi carrera y cojear un poco, me preocupaba bastante. Corrimos a un ritmo de 5:45 aprox. Bien.
Luego saltamos a la bici, que sabía que no iba a suponer molestia en la rodilla y que además era bastante suave, hasta el punto que no pare de rajar. Muy entretenido y tras dar un rulo por el campo cercano entramos todos juntos por el pueblo.
Llegó la transición más complicada, la de bici-corre, ya quedaba poco y los mozos del pueblo empezaron a subir el ritmo, corriendo más fuerte. Les aguanté el primer km y tras un pinchazo fuerte en la rodilla decidí descolgarme y coger un ritmo bueno para la rodilla. Me fue bien e hice 5:17 aprox y la verdad es que me llenó de esperanza. Pensaba que estaba más jodido pero esa última carrera me tranquilizó un poco. Fue una pena no entrar con el grupo porque, sin la rodilla, en esa distancia lo hubiese hecho, pero bueno, lo haré en la segunda edición.
Por la tarde, ni agujetas, ni cansancio, ni dolores, todo fenomenal. Disfrutando con los enanos y en especial con un amigo, que seguro que me está escuchando, con el que estuve hablando de la montaña. Me dió mucha envidia sana y ganas de apuntarme a alguno de sus planes. Quizá en algún momento, aunque es complejo por las fechas y vacaciones familiares, lo intentaremos. De todas formas disfruté mucho de su compañía.
Hoy viaje de vuelta a casa y pensando en organizar la semana. He decido centrarme en nadar/bici para el sábado probar la rodilla corriendo. Si sale bien igual me animo y hago algún plan tranquilo para septiembre. Si sigo con problemas, me centraré en arreglar la rodilla.
Me llama la doña a cenar, adiós.


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