sábado, 31 de agosto de 2013

La rodilla coherente


Hoy tocaba la prueba de la rodilla. El resultado ha sido muy positivo, sobretodo porque me ha servido para convertir una rodilla dañada en un rodilla coherente.
Esto ha durado unos 7km, es decir, unos 40 minutos de carrera. He empezado muy muy suave, a un ritmo de calentamiento total donde he notado todo tipo de molestias y sensaciones negativas. Desde volver a casa a cambiarme de zapas (he corrido con mis primeras New Balance sin plantillas) hasta llegar a pensar en pararme por el clack clack de las rodillas. Pese a todo he seguido porque no sentía dolor, sólo molestias. Según se iba calentando, yo me iba encontrando mejor hasta el punto de que en el km 2 ya estaba corriendo a un ritmo bastante más normal y en el 5 ya andaba probando cambios de ritmo y velocidades más rápidas, sin pasarme.
Al final he llegado sin ningún tipo de problema. Lo único es que cuando hacía un giro o bien cambiaba de tierra a asfalto, lo notaba, simplemente.
Durante toda la carrera he ido convirtiendo una posible lesión de rodilla en una rodilla coherente por una serie de cuestiones; me he dado cuenta que he vuelto a los entrenos mal, pensando que podía hacer lo que venía haciendo, y eso no es posible. Debo ser paciente e ir de menos a más. Por otro lado, por X o Y mi rodilla derecha está algo débil, luego debo hacer ejercicios específicos de fortalicimiento. Además, siempre hay que calentar y estirar lo debido, y por supuesto los sobresfuerzos se pagan.
Así que ya no estoy preocupado. Lógicamente ahora no me voy a olvidar de la rodilla, todo lo contrario, aunque me debería haber acordado de ella antes de hacer determinadas cosas. Ahora sólo puedo arreglarlo.
Así que ahora estoy feliz porque vuelvo a correr, algo que echaba mucho de menos.

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