miércoles, 6 de noviembre de 2013

Cuando uno no puede más...

...pues debe parar.
Hoy el cuerpo me ha dicho, para, para, que la liamos parda. Así que eso he hecho esta tarde.
La verdad es que tenía trabajo y no creo hubiera podido ir a nadar, pero me podría haber organizado, pero el caso es que el cuerpo no me da para más.
Tengo los pulmones hechos polvo, hasta el punto que corriendo hoy, en una de las series, me han dado un par de pinchazos y he bajado el ritmo desde ese momento. Además, la sensación de cansancio era intensa y por último me ha dado un poco de flato, que no me suele dar, y a doler el estómago. El caso es que en la ducha estaba hecho polvo y he decidido parar, porque mi cuerpo me daba señales.
Aparte de eso, la semana ha sido normal, carrera fuerte el lunes y luego natación. Ayer sala y fuerza, donde ya noté un poco el cansacio.
En fin que creo que tengo un principio de bronquitis. Hay muchas teorías que dicen que el propio correr y ejercicio te hace no enfermar. Yo no sé si es verdad pero me pongo muchísimo menos malo. Aguanto más. Todavía no tengo fiebre y creo que en otros casos ya la tendría. El caso es que no paro, últimamente duermo mal porque mis hijos están problemáticos en sus sueños, pero aguanto de todas formas. Si pruebo a bajar el pistón un pelo, igual acabo enfermo o igual cojo aire y recupero, veremos.
De todas formas creo que mis pulmones son mi punto débil y la culpa la tiene el tabaco. Sigo esperando a recuperarme totalmente. Pese a que llevo más de un año sin fumar, sigo notando que no he expulsado todo lo malo que me he estado metiendo durante años. En este caso, mea culpa total.
Tambien noto cuando corro que generalmente mi tope es una cuestión de ritmo respiratorio, no de piernas, generalmente. En cualquier caso tengo que asumirlo, ya no puedo dar marcha atrás. Asi es la vida.

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