jueves, 2 de mayo de 2013

Runkfurt


Hasta ayer me he pasado toda la semana en Frankfurt. Currando.
La verdad es que no es una ciudad especialmente bonita. Es la ciudad de los bancos y hay una mezcla de antiguo y moderno, con muchos símbolos económicos. De hecho están haciendo un rascacielos enorme, sede del Banco Central Europeo, una locura, un símbolo horroroso.
El caso es que corrimos, con mi compi de triatlón, lunes y martes. A primera hora de la mañana. Teníamos el hotel cerca del río y pudimos bajar. Hicimos un ida y vuelta de 10km. De hecho por una margen se nos acababa y a la vuelta nos saltamos una valla y estuvimos haciendo un pelín el cabra. Los alemanes miraban extrañados. Era ese típico sitio donde aparecen los muertos en las series y películas. Pero para correr era chulo, había raices, unos saltitos... por variar.
A la vuelta cambiamos de orilla y volvimos por una orilla más de cuento. Los puentes son bonitos, de hecho cruzamos por uno muy chulo, diseño tipo Eiffel.

La verdad es que cuando te tiras todo el día metido en una reunión tipo workshop, se agradece mucho haber corrido antes.
El primer día fue suave, reconciendo el terreno. El segundo fuimos más fuerte. Lo disfruté, pero sufrí un poco con las ampollas. Tengo 2 importantes en el pie izquierdo de las plantillas y lo pasé un poco mal, pero no demasiado.
El miércoles con el viaje de vuelta por la noche y demás, lo dejamos de descanso.
Esta mañana la tenía perfecta para ir en bici pero no me apetecía. Así que me he ido a correr, por casa, por mi camino favorito, por mis carminos perdidos, mis cuestecitas, mis cositas. Ha sido chulo volver a mi territorio después de varios días de estar fuera. 12km suaves, esta vez más de lo normal. Mi piernas notaban el cansancio de toda la semana. Apetecía disfrutar un poco.
Mañana si que si, bici.

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