domingo, 9 de junio de 2013

Entrenando bonito

Pues si, llevo dos días entrenando bonito, porque mientras lo hago disfruto mucho.
Ayer salí a correr por la mañana, prontito. A eso de las 8:30. Empecé muy suave y dejándome llevar. Cambié de camino. Me encanta el camino de los sábados, pero como había corrido el viernes por ahí, decidí irme a la ciudad, a mi barrio del cole, a mis recuerdos.
Me dejé llevar, mucho. Tanto corriendo como pensando. Y empezaron a llegar pensamientos bonitos. De lo que tengo. No tengo propiedades, pero tengo una familia maravillosa. Mi mayor tesoro. Lo mejor que nunca podré tener. Adoro a mi doña y a los enanos, y creo que es recíproco. Por eso, pensé, que tengo muchísimo, y que me tengo que esforzar en cuidarlo.
Hice 9 km y a partir del 5 empecé  a acelerar mientras seguía pensando en bonito. Que maravilla. Acabé cansado pero feliz, mucho.
Hoy todo presagiaba lo contrario. Ayer fue un día intenso porque era el cumpleaños de mi doña. Acabó con cena maravillosa en restaurante japo extraordinario. Vinito blanco. Ya no suelo beber así que esta mañana ha costado moverse. Cuando me he junto con mi amigo Javi, el andaba igual. Casi nos rajamos, pero hemos sabido vencer las respectivas cabezas y el frío, que hay que joderse. Que estamos en junio!!!
El caso es que hemos sabido ir de menos a más. Hemos sabido hablar de principio, animarnos. Buscar las buenas sensaciones, y al mismo tiempo disfrutar, que era lo que hoy no parecía. La verdad es que el campo está precioso y pese a que estaba mojado y costaba más. Lo hemos pasado pipa, con la bici y con la conversación. High quality de Mountain bike.
Mañana seguimos con el plan del gym. Parece que va a empezar el calorcito.
Y esta tarde, de sofá con Rafa y Fernando.

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