Mi camino preferido

Hoy por fin he vuelto a la actividad.
Después de parar por los tirones en los gemelos, originados por no descansar lo suficiente después de Jávea. El jueves fui al fisio y decidí que hasta que no se fuesen los dolores no iba a volver. Eso ha ocurrido esta mañana.
En ese despertar tranquilo de los fines de semana, si los niños lo permiten, rápidamente me he dado cuenta que no me dolía nada y he empezado a planear mi salida, con ganas, muchas.
He decido hacer mi camino preferido de los sábados, en versión ida que es más dura. Así ha sido.

Un camino con varias virtudes. La primera que puedes correrlo desde la puerta de mi casa prácticamente sin tocar el asfalto, lo cual se agradece mucho, especialmente si vives en Madrid. Además, tiene varias cuestas cortas y fuertes y la vuelta es larga y en cuesta, lo que resulta duro al principio pero luego es fenomenal para entrenar duro. Son 12km, lo cual me parece una distancia estupenda para entrenar enfocado en resistencia, y es fácil llegar a 18km si lo necesitas, añadiendo Las Tablas. Y por último, me encanta ir por los parque en altura de SanChinarro y este pequeño oasis de la foto en Hortaleza. Para ser por ciudad, tiene varios sitios cojonudos.

Y respecto al día las sensaciones han sido regulares, ni fu ni fa.
He empezado fuerte, demasiado. Me he dado cuenta y he ido bajando, y entonces he parado a hacer las fotos. Eso, aparte de cortarme el ritmo, ha hecho que el movil al volver a poner la música empezara a dar problemas hasta el km 7, desde el 3. He parado 2 veces y varias corriendo y toqueteando. Estaba incómodo.
Al final he pasado de la música y me he centrado en correr fuerte, sin matarme, pero serio. He ido bajando los tiempos de nuevo y olvidándome del móvil. Al final 12km y entrenamiento útil, pero no feliz como una perdiz.
Mañana mountain bike con los colegas. Se reenganchan varios así que a ver qué tal...