Pues si. Llevo 2 días comiendo un poco mejor. He calentado un poco más. He empezado tranquilito y he corrido con control. Principalmente, más que con el ritmo, con las pulsaciones. He sido paciente. No he ido a buscar el ritmo rápido desde el principio. A mitad de carrera cuando me subían las fuerzas he sido paciente. Solo al final, en el km 9 le he pegado un empujón en plena cuesta. El 10, tranquilo, llegando a casa para recuperar.
Creo que he aprendido la lección, espero. Siempre hay que correr con cabeza, no os olvideis. A veces, cuando vamos consiguiendo cosas, se nos olvida todo lo que nos ha costado llegar ahí y que correr es un deporte de esfuerzos a medio plazo, que hay que ir paso a paso. Que estar varios días sin correr por el motivo que sea, se pagan. Yo lo aprendí el martes, pero seguro que lo tengo que reaprender en el futuro. Aquí queda este post, para recordarlo.
Y para acabar una canción muy especial en el famoso viaje, que por fin, vuelve a tener sentido:
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