martes, 12 de marzo de 2013

Como un toro

así es como me he sentido después de salir del agua esta noche.

Hoy tras cuatro clases de natación me he sentido fenomenal.
Creo que he nadado mejor que en mi vida.
Creo que he empezado a asimilar cada movimiento extraño, cada ejercicio, cada largo.
Es un acto de fe grande porque si lo piensas hay cosas que no entiendes, pero funciona.
Tengo que seguir mejorando un montón de cosas, eso si.
Os recomiendo a todos los que alguna vez pensais en nadar o lo hacéis, que os apuntéis a unas clases. La técnica es fundamental y se progresa un montón. Además lo hace los entrenamientos más amenos, estás con gente... no estás todo el día sólo en la piscina.
Y a mediodía, una carrerita. Me tocaban 5km a trote cochinero para recuperar, al final 7km a buen ritmo. Lo siento pero no puedo, voy calentando, cogiendo el ritmo y no puedo parar.
La anécdota del día, intenso es que me he dado una leche en la rodilla y es lo que más me duele. Hay que joderse.
Mañana más.

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