jueves, 28 de febrero de 2013

De viaje por el norte


Qué frío, aquí y en Frankfurt.
Allí me levanté a las 6:30 de la mañana y salí a correr los 12km planeados. Qué frío y sobretodo qué humedad, pese a que hacía -1ºC o por ahí, como aquí, la diferencia se nota. Llegué al hotel con las manos agarrotadas, el cuerpo congelado, la ducha fue extrañísima, como si hubiera metido mi cuerpo en un baño de eucalipto, y estaba debajo del chorro de agua caliente. Muy extraño.
Pero bueno, me fui en busca de un parque que me habían recomendado en el Hotel. Me costó pero lo encontré. Eso si era pequeño y casi no había gente.
Al primero que se me cruzó le saludé. Nada, Parecía Japo, nada. Al segundo también. Nada. Al tercero le levanté una ceja. Nada. Estos tíos son la hostia, pensé. La cuarta una chica. Cuando me miró con cara de "déjame en paz violador de mierda" entendí que allí las cosas son diferentes, seas corredor o no. Me cruce con un par de conejos, si conejos en el centro, unas ardillas y una familia de patos que me siguió. Todos ellos mucho más sociables que los alemanes. Vi unas chabolas de hippies, no tienen gitanos, o no quieren tenerlos. Y tras dar varias vueltas a parquecito, tiré para casa. Digo al hotel, que pal caso es lo mismo.
Hoy spinning. Clase dura de despedida de la monitora. La única que no era un poco rarita, joder que suerte!!! En cambio la loca argentina se queda. Qué le vamos a hacer.
Mañana masaje, que nunca viene mal y el sabado-domingo lo de siempre. Correr-bici. Si el tiempo lo permite.

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